Educación Financiera

¿Qué pasa si no pago una deuda en Colombia?

Empecemos por lo humano, a cualquiera se nos puede enredar la vida: un ingreso que ya no se recibe, una enfermedad, una pérdida del empleo, un negocio que tarda en arrancar. Si te atrasaste, no eres la única persona ni la primera. Respira. Este artículo es para ayudarte a retomar el control de tus obligaciones con pasos simples.

Lo esencial, en tres pasos:

1) Acepta que tienes una calamidad

Cuando pasa algo fuera de lo común, la prioridad es estabilizarte. No te castigues ni te escondas. Lo más sano es reconocer lo que ocurrió y mirar con honestidad tus números: cuánto entra, cuánto sale y qué puedes pagar sin quedarte sin lo básico.

2) hablar a tiempo abre puertas

Contar tu situación a la entidad con la que tienes la deuda cambia el rumbo. Explica qué pasó, cuánto puedes pagar hoy y en qué fechas. Pide opciones como mover el día de pago, ajustar la cuota por unos meses o pactar un plan de recuperación. Que todo quede por escrito. Mantener la conversación evita malentendidos, te da tranquilidad y, sobre todo, evita que el costo de tu deuda siga subiendo por intereses de mora y gastos adicionales. Entre más pronto acuerdes, menos pagas en total.

3) cumplir los acuerdos te devuelve el control

Cuando empiezas a pagar según lo pactado, ocurren varias cosas buenas: se frena el crecimiento de la deuda por intereses de mora, disminuyen los recordatorios, tu historial comienza a mejorar y vuelves a abrir puertas para futuros créditos. Además, cada pago a tiempo sostiene un círculo de confianza: te ayuda a ti y permite que entidades responsables sigan prestando a más personas. Al final, tu pago no solo cierra tu capítulo: también es el capital que hace posible que otros colombianos reciban una oportunidad.

¿Cómo ponerte al día en un crédito?

Mira tu foto real

Anota lo que debes, tus ingresos y tus gastos esenciales (techo, servicios, comida, transporte y salud). Con esa cifra, define una cuota que sí puedas cumplir.

Levanta la mano

Llama o escribe. Di con calma qué te pasó y propón un plan realista. Pide el nuevo calendario por escrito.

Protege tu mes

Activa recordatorios o débito automático, y separa un pequeño monto como mini‑fondo para imprevistos. Evitarás nuevos atrasos por sorpresas del día a día.

Cumple tu acuerdo de pago y celebra avances

Cada cuota pagada es progreso. Anótalo y reconócelo. Si algo vuelve a cambiar, avisa antes de la fecha: la comunicación oportuna evita que el problema crezca.

Lo que evitas cuando actúas a tiempo

  • Que la deuda siga creciendo y el costo total dispare por intereses de mora y gastos adicionales.
  • Un reporte negativo por más tiempo.
  • Que aumente el estrés en tu casa por llamadas y recordatorios.
  • Que tu acceso a nuevos créditos se complique.

Lo que ganas

  • Tranquilidad y claridad: sabes cuánto, cuándo y cómo vas a pagar.
  • Menos costo total: pagar antes siempre es más barato que dejar correr el tiempo.
  • Historial en recuperación: tu puntaje mejora con buen comportamiento.
  • Confianza mutua: cumples, y el sistema puede no solo seguir apoyándote sino abrirle la puerta a más personas que necesitan financiación.

Nuestras puertas siempre están abiertas

Las entidades serias —como la nuestra— estamos dispuestos a escuchar, entender qué te pasó y buscar acuerdos que tengan sentido con tu realidad. Da el primer paso y cuenta tu situación, se podrá así construir un plan que cuide tu mes y te devuelva la calma.

¿Me pueden ayudar aunque ya esté en mora?

Sí. La mayoría de entidades preferimos acordar a tiempo, antes que dejar que la deuda crezca. Entre más pronto hables, mejores opciones habrá.

¿Si pago, el reporte negativo desaparece de inmediato?

No es instantáneo, pero se actualiza periódicamente y, con el tiempo, tu historial mejora. Lo importante es empezar a cumplir con tu acuerdo de pago.

¿Qué hago si perdí el empleo?

Cuenta tu situación, pide un ajuste temporal y busca ingresos alternos. Aunque sea una cifra pequeña, empezar a pagar marca la diferencia.

Busca apoyo

Si te atrasaste, no estás solo. La salida es hablar, acordar y cumplir. Hacerlo temprano evita dolores de cabeza y te devuelve la calma. Y recuerda: cuando te pones al día, ganas tú, gana tu familia y también quienes hoy están esperando una oportunidad, como la que un día tú recibiste.